El Capital resumido por Gabriel Deville.
Capitulo XIX.
El salario no es el precio del trabajo, sino de la fuerza del trabajo.
Si solo se examina superficialmente ma sociedad burguesa, parece que en ella, el salario del trabajador, es la retribucion del trabajo, esto es , que se paga cierta cantidad de dinero por otra cantidad de trabajo. El trabajo, pues, esta considerado como una merczancia cuyos precios corrientes oscilan,aumentado o disminuyendo su valor.
Pero, que es el valor ? El valor representa el trabajo social gastado en la produccion de una mercancia. Y como medir la cantidad de valor de una mercancia. Por la cantidad de trabajo que contiene. Como se determinarà, por ejemplo, el valor de un trabajo de doce horas. Por las doce horas de trabajo que contiene, lo cual, evidentemente, carece de sentido.
Para ser llevado y vendido en el mercado a titulo de mercancia, el trabajo deberia, en todo caso, existir de anremano. Pero si el trabajador pudiese prestarle una existencia material, separada e independiente de su personna, venderia entonces mercancia y no trabajo.
El que se presenta directamente en el mercado al capitalista, no es el trabajo , sino el trabajador. Lo que éste vende es su propio individuo, su fuerza de trabajo. Desde el instante que empieza a poner en actividad, es decir desde que comienza a trabajar, desde que su trabajo existe, éste ha dejado ya de pertenecerle y no puede ser vendido por el . El trabajo es la sustancia y la medida de los valores ; pero no tiene por si mismo valor alguno. La expresion « valor del trabajo » es una expresion inexacta, pues tiene su origen en las formas aparentes de las relaciones de produccion.
Admitido este error, la economia politica clàsica se pregunto como se habia determinado el precio del trabajo. Desde luego, reconocio que , lo mismo respeto al trabajo que a cualquiera otra mercancia, la relacion entre la oferta y la demanda, solo representa las oscilaciones del precio de mercado superiores o inferiores a cierto tipo. Si la oferta y la demanda se equilibran, cesan las variaciones de precios que habian ocasionado ; pero también cesa en aquel momento el efecto de la oferta y la demanda. En su estado de equilibrio, el precio del trabajo no depende ya de su accion. De que depende pues. Lo mismo para el trabajo que para toda mercancia, este precio no puede ser mas que su valor expresado en dinero. Ese valor lo determino la economia politica, por el de las subsistencias necesarias para el sostenimiento y reproduccion del trabajador (fuerza de trabajo). No hay duda que de eso modo sustituyo el objeto aparente de sus investigaciones, el valor del trabajo , por el valor de la fuerza de trabajo, que solo existe en la persona del trabajador y se diferencia de su funcion ___el trabajo___ como una màquina de sus operaciones. Pero la economia politica clàsica no se detuvo en la confusion introducida.
La forma salario oculta la relacion verdadera entre capital y trabajo.
En efecto, segùn todas las apariencias, lo que el capitalista paga es el valor de la utilidad que el obrero le procura, el valor del trabajo. Ademàs , el trabajo no percibe su salario hasta después de haber entregado su labor. Ahora bien, como medio de pago, el dinero solo realiza tardiamente el valor el valor o el precio del articulo producido, o sea, en el caso precedente, el valor o el precio del trabajo ejecutado. La sola experiencia de la vida practica no hace resaltar la doble utilidad del trabajo : la propiedad de satisfacer una necesidad__ propiedad que tiene de comùn con todas las mercancias__, y la de crear valor, propiedad que le distingue de todas las mercancias y le impide, por ser el elemento que crea valor, tenerlo por si mismo.
Examinemos una jornada de doce horas que produce un valor de 6 pesos, del que la mitad equivale al valor cotidiano de la fuerza de trabajo. Confundiendo el valor de la fuerza con el de su funcion__ con el trabajo que ejecuta__, se obtiene esta formula : el trabajo de doce horas tiene un valor de 3 pesos, llegàndose asi al resultado absurdo de que un trabajo que crea un valor de 6 pesos no vale mas que 3. Pero esto no es visible en la sociedad capitalista.. El valor de 3 pesos, para cuya produccion solo se necesitan seis horas de trabajo , se presenta en ella como el valor de la jornada entera de trabajo. Al recibir un salario cotidiano de 3 pesos, parece que el obrero recibe el valor integro de su trabajo, sucediendo esto precisamente porque el exedente del valor de su producto sobre el del salario reviste la forma de una plusvalia de 3 pesos creada por el capital y no por el trabajo.
La forma salario o pago directo del trabajo hace, pues, desaparecer todo vestigio de la vision de la jornada en trabajo necesario y sobretrabajo, en trabajo pagado y no pagado, de modo que se considera pagado todo el trabajo del obrero libre . El trabajo que ejecuta el siervo para si mismo y el que està oblogado a ejecutar para su senor, son perfectamente diferentes y tienen lugar en sitios diversos. En el sistema esclavista, aùn la parte de la jornada en que el esclavo reemplaza el valor de sus subsistencias y en que trabaja realmente para si mismo, no parece sino que trabaja para su propietario ; todo su trabajo reviste la apariencia de trabajo no pagado . Lo contrario ocure con el trabajo asalariado : hasta el sobretrabajo o trabajo no pagado reviste la apariencia de trabajo pagado. La relacion de propiedad en la esclavitud oculta el trabajo del esclavo para si mismo.. En el asalariado, la relacion monetaria encubre el trabajo gratuito que el asalariado produce para su capitalista .
Compréndese ahora la gran importancia que tiene en la pràctica este cambio de forma, que hace aparecer la retribucion de la fuerza de trabajo como salario del trabajo, el precio de la fuerza como precio de su funcion. La forma aparente hace invisible la relacion efectiva entre capital y trabajo. De esa forma aparente surgen todas las nociones juridicas del asalariado y del capitalista, todas las mistificaciones de la produccion capitalista, todas las ilusiones liberales y todas las glorificaciones justificativas de la Economia politica vulgar.
Capitulo XIX.
El salario no es el precio del trabajo, sino de la fuerza del trabajo.
Si solo se examina superficialmente ma sociedad burguesa, parece que en ella, el salario del trabajador, es la retribucion del trabajo, esto es , que se paga cierta cantidad de dinero por otra cantidad de trabajo. El trabajo, pues, esta considerado como una merczancia cuyos precios corrientes oscilan,aumentado o disminuyendo su valor.
Pero, que es el valor ? El valor representa el trabajo social gastado en la produccion de una mercancia. Y como medir la cantidad de valor de una mercancia. Por la cantidad de trabajo que contiene. Como se determinarà, por ejemplo, el valor de un trabajo de doce horas. Por las doce horas de trabajo que contiene, lo cual, evidentemente, carece de sentido.
Para ser llevado y vendido en el mercado a titulo de mercancia, el trabajo deberia, en todo caso, existir de anremano. Pero si el trabajador pudiese prestarle una existencia material, separada e independiente de su personna, venderia entonces mercancia y no trabajo.
El que se presenta directamente en el mercado al capitalista, no es el trabajo , sino el trabajador. Lo que éste vende es su propio individuo, su fuerza de trabajo. Desde el instante que empieza a poner en actividad, es decir desde que comienza a trabajar, desde que su trabajo existe, éste ha dejado ya de pertenecerle y no puede ser vendido por el . El trabajo es la sustancia y la medida de los valores ; pero no tiene por si mismo valor alguno. La expresion « valor del trabajo » es una expresion inexacta, pues tiene su origen en las formas aparentes de las relaciones de produccion.
Admitido este error, la economia politica clàsica se pregunto como se habia determinado el precio del trabajo. Desde luego, reconocio que , lo mismo respeto al trabajo que a cualquiera otra mercancia, la relacion entre la oferta y la demanda, solo representa las oscilaciones del precio de mercado superiores o inferiores a cierto tipo. Si la oferta y la demanda se equilibran, cesan las variaciones de precios que habian ocasionado ; pero también cesa en aquel momento el efecto de la oferta y la demanda. En su estado de equilibrio, el precio del trabajo no depende ya de su accion. De que depende pues. Lo mismo para el trabajo que para toda mercancia, este precio no puede ser mas que su valor expresado en dinero. Ese valor lo determino la economia politica, por el de las subsistencias necesarias para el sostenimiento y reproduccion del trabajador (fuerza de trabajo). No hay duda que de eso modo sustituyo el objeto aparente de sus investigaciones, el valor del trabajo , por el valor de la fuerza de trabajo, que solo existe en la persona del trabajador y se diferencia de su funcion ___el trabajo___ como una màquina de sus operaciones. Pero la economia politica clàsica no se detuvo en la confusion introducida.
La forma salario oculta la relacion verdadera entre capital y trabajo.
En efecto, segùn todas las apariencias, lo que el capitalista paga es el valor de la utilidad que el obrero le procura, el valor del trabajo. Ademàs , el trabajo no percibe su salario hasta después de haber entregado su labor. Ahora bien, como medio de pago, el dinero solo realiza tardiamente el valor el valor o el precio del articulo producido, o sea, en el caso precedente, el valor o el precio del trabajo ejecutado. La sola experiencia de la vida practica no hace resaltar la doble utilidad del trabajo : la propiedad de satisfacer una necesidad__ propiedad que tiene de comùn con todas las mercancias__, y la de crear valor, propiedad que le distingue de todas las mercancias y le impide, por ser el elemento que crea valor, tenerlo por si mismo.
Examinemos una jornada de doce horas que produce un valor de 6 pesos, del que la mitad equivale al valor cotidiano de la fuerza de trabajo. Confundiendo el valor de la fuerza con el de su funcion__ con el trabajo que ejecuta__, se obtiene esta formula : el trabajo de doce horas tiene un valor de 3 pesos, llegàndose asi al resultado absurdo de que un trabajo que crea un valor de 6 pesos no vale mas que 3. Pero esto no es visible en la sociedad capitalista.. El valor de 3 pesos, para cuya produccion solo se necesitan seis horas de trabajo , se presenta en ella como el valor de la jornada entera de trabajo. Al recibir un salario cotidiano de 3 pesos, parece que el obrero recibe el valor integro de su trabajo, sucediendo esto precisamente porque el exedente del valor de su producto sobre el del salario reviste la forma de una plusvalia de 3 pesos creada por el capital y no por el trabajo.
La forma salario o pago directo del trabajo hace, pues, desaparecer todo vestigio de la vision de la jornada en trabajo necesario y sobretrabajo, en trabajo pagado y no pagado, de modo que se considera pagado todo el trabajo del obrero libre . El trabajo que ejecuta el siervo para si mismo y el que està oblogado a ejecutar para su senor, son perfectamente diferentes y tienen lugar en sitios diversos. En el sistema esclavista, aùn la parte de la jornada en que el esclavo reemplaza el valor de sus subsistencias y en que trabaja realmente para si mismo, no parece sino que trabaja para su propietario ; todo su trabajo reviste la apariencia de trabajo no pagado . Lo contrario ocure con el trabajo asalariado : hasta el sobretrabajo o trabajo no pagado reviste la apariencia de trabajo pagado. La relacion de propiedad en la esclavitud oculta el trabajo del esclavo para si mismo.. En el asalariado, la relacion monetaria encubre el trabajo gratuito que el asalariado produce para su capitalista .
Compréndese ahora la gran importancia que tiene en la pràctica este cambio de forma, que hace aparecer la retribucion de la fuerza de trabajo como salario del trabajo, el precio de la fuerza como precio de su funcion. La forma aparente hace invisible la relacion efectiva entre capital y trabajo. De esa forma aparente surgen todas las nociones juridicas del asalariado y del capitalista, todas las mistificaciones de la produccion capitalista, todas las ilusiones liberales y todas las glorificaciones justificativas de la Economia politica vulgar.